19 ago 2013

Bibliotecario sin espacios

Por: Daniel Gil

El espacio bibliotecario se ha transformado y se continuará transformando. Es quizás el edificio urbano que más ha cambiado, pero me pregunto si los mismos bibliotecarios han cambiado tanto y están siendo capaces de transformarse al mismo ritmo. Quizás los bibliotecarios nos estemos quedando sin nuestro espacio icónico y mental, sin nuestra seguridad hecha a base de siglos de estanterías llenas de libros. Hemos ya dejado de ser bibliotecarios de papel para convertirnos en bibliotecarios de…
No sé en qué nos convertiremos. Lo que si que sé es que la relación entre profesión y espacio, espacio y profesión, es en el caso de los bibliotecarios, muy intensa y con una identificación casi total. Y esta identificación se está resquebrajando, se está rompiendo, y provocando quizás una nueva crisis de identidad en grandes sectores de nuestra profesión. Si mi espacio cambia, si el lugar que me envuelve y dónde hacía una serie de acciones ya no es el mismo, se ha transformado y se ha perdido el vínculo entre trabajo y espacio, también se pierde en consecuencia la relación entre profesión y espacio. Entonces, la profesión pierde parte del sentido que la definía y le daba contenido. ¿Qué queda cuando el entorno que nos identifica se transforma de forma tan radical? ¿Perdemos los bibliotecarios sentido de ser?
Puede que perdamos sentido de ser en un sentido tradicional, pero ganaremos un nuevo sentido de ser transformador, innovador, colaborativo y social. Los nuevos espacios bibliotecarios probablemente no ayudarán a que seamos más bibliotecarios, haciendo que el centro de atención continúe en la profesión en si misma, detrás del mostrador. No. Los nuevos espacios bibliotecarios, seguro, permitirán y facilitarán un nuevo sentido de hacer, ya que en las bibliotecas se desarrollarán, se harán cosas, se hará comunidad, se harán personas… se hará la vida. Y no tendremos que ser todo aquello que hemos sido; tendremos que saber hacer todo aquello que aún queda por hacer.

4 comentarios :

Quitilipi86 dijo...

Qué bueno plantearse una crisis de identidad profesional!! ¿Estaremos mudando del hermético, silencioso, apático y misterioso "guardian" de libros hacia un mediador social dinámico, generoso, facilitador de encuentros entre sujetos con derechos y más accesibilidad?
abrazos! (los abrazos sólo son posibles cuando derribamos la barrera dura del mostrador!)
Sonia
Biblioteca Popular Rep. Argentina
Córdoba

Bibliotota dijo...

Sí, es necesario que nos adaptemos a las nuevas necesidades de los usuarios.En lo personal no me resulta tan díficil por trabajar en una biblioteca barrial, peueña pero din´mica, ya que los espacios se fueron transformano a medida que nos urgía trasladarnos físicamente, ello nos llevó a cambiar algunas actitudes que nos están dando resultados, sobre todo con niños y jóvenes,Gracias por las noticias.

asctquinteros@gmail dijo...

Disculpas por los errores, estoy sin anteojos,gracias.

MARIA ROSA MAURO dijo...

NO HAY DUDAS QUE EL BIBLIOTECARIO ES TAMBIÉN EDUCADOR!!!!!! QUÉ BUENO ES VER QUE ESTAMOS EN EL CAMINO CORRECTO AL HACER QUE LOS CHICOS, CON CUALQUIER PRETEXTO QUIERAN IR A LA BIBLIOTECA! SIGNIFICA QUE HAY ALGUIEN QUE PONE LA OREJA ADEMÁS DE DARLE EL MATERIAL QUE BUSCA! EN CUALQUIER ETAPA DE LA VIDA NECESITAMOS EMPATÍA CON EL OTRO PARA QUE LAS BARRERAS BAJEN!!!!!!!!!!!!!!
GRACIAS ERNESTO POR ESTE RINCÓN Y EL TIEMPO DEDICADO A ELLO. ES MUY INTERESANTE LA SELECCIÓN DE LOS ART.
MARIA ROSA

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